Serán los focos de esta taberna pero estás brillante. En tu tarjeta de presentación me dices que tienes el rojo rubí, te veo oscuro. Intento encontrar el ribete teja que me confirme tu crianza. A simple vista me pareces una joya.
Estás jugueteando con la luz y no me dejas ver tu lágrima, pero apostaré por ti, seguro que es adecuada.
Me voy acercar… tienes carácter incluso apabullas. Sé que no sabré apreciar todo lo que tienes pero espero descubrir por lo menos lo que me has contado.
A mi nariz llegas como una verbena de aromas. Sólo porque tu lo dices admitiré las moras, las grosellas y la vainilla, pero te pillé en la pimienta y el laurel.
¡Hasta aquí hemos llegado!……Ya en boca vuelves con frutas maduras y… ¡ pimienta¡. Tu tacto se deja sentir y perduras.
Eres tan majo y cariñoso que a los acompañantes, queso suave y chorizo, los haces deseables casi” compulsivamente”.
Espero que sepas perdonar el atrevimiento de haberte elegido para estos balbuceos de cata, pero como no hay nada más atrevido que la ignorancia te calificaré: ¡muy rico!.
Por cierto “Ramón”, sí, encantada.
Trabajo Practico Realizado para la Universidad Complutense, Curso Periodismo Gastronómico y Nutricional.
Por nuestra Colaboradora L.L.S.