Sabías que curiosamente, la aceituna tiene un período de gestación de entre 7 y 9 meses.
Nada más y nada menos que el mismo período de gestación de una criatura humana…..
Recogida de la aceituna
Hoy abordamos un tema de actualidad, la recogida de la aceituna. Todos sabemos que el otoño es tiempo de calabazas, boniatos y castañas, pero no todo el mundo sabe que el otoño también es tiempo de aceitunas.
Entre los meses de octubre y enero en el hemisferio norte, y entre los meses de febrero y mayo en el hemisferio sur, se lleva a cabo la recogida de las aceitunas del árbol para extraer su aceite, aunque sólo una pequeña parte, normalmente el que se produce al inicio de la campaña, podrá ser virgen extra.
Y es que el momento óptimo de recolección y los métodos empleados, dependen mucho de cada zona, y condicionan enormemente la calidad del zumo producido. Vamos a ver exactamente qué factores afectan, cuándo es mejor realizar la recogida y los métodos empleados para ello.
Recolección de aceituna, cantidad y calidad del aceite
Aunque la gestación del fruto comienza hacia el mes de abril en el hemisferio norte, es entre junio y diciembre cuando tiene lugar el proceso mágico de formación del aceite de oliva dentro de la pulpa de la aceituna, conocido técnicamente como lipogénesis.
La geografía del olivar, el clima, la separación entre árboles, la poda, la fertilización, el riego, las plagas o la variedad, influyen decisivamente en este proceso metabólico.
Marcando tanto la cantidad como la calidad del aceite que se forma dentro de la aceituna. Y esto como te puedes imaginar, cambia casi en todas las cosechas debido a la variabilidad de estos factores en su conjunto.
Por ejemplo, veranos muy calurosos como los de los últimos años, con temperaturas extremas que superan los 40ºC, pueden interrumpir momentáneamente la lipogénesis y retrasar la formación del aceite.
Igualmente, la ausencia de riego y lluvias durante este período retrasa el proceso, como ocurre precisamente en el olivar tradicional de secano.
Además, es bastante probable que en las zonas más montañosas, a primeros de noviembre nos encontremos con temperaturas bajo cero e incluso nevadas que cubren el olivar.
Todo esto afecta a la cantidad de aceite que se puede extraer por aceituna (rendimiento), así como a su calidad, que vendrá marcada tanto por sus cualidades organolépticas (olor y sabor más o menos frutado), como por el mayor o menor contenido en polifenoles y antioxidantes naturales.
Muy beneficiosos para la salud (vitamina E, oleocantal, escualeno, etc.), y que son los responsables de su toque más o menos amargo y picante.
Precisamente, estos atributos suelen ser más intensos en los aceites verdes producidos al inicio de la campaña, que en los producidos en un estado más avanzado de maduración.
No obstante, se suele dar la curiosa circunstancia de que cada aceituna madura de forma diferente en un mismo árbol, debido a factores intrínsecos y extrínsecos como la orientación o las horas de sol que recibe.
Por tanto, podemos encontrarnos en un mismo momento de recogida y en un mismo árbol, con aceitunas maduras, en envero y todavía verdes, como podemos observar en esta imagen que hemos tomado en el mes de noviembre…
Cuándo es mejor recoger las aceitunas
Como puedes observar, la ciencia entorno a la recogida de la aceituna no es un asunto trivial.
Para determinar el momento óptimo de recogida, es justo cuando tenemos una mayor proporción de aceite y polifenoles dentro del fruto, los técnicos toman varias muestras periódicamente, y analizan el índice de maduración y otros parámetros decisivos dentro del laboratorio.
Hace unos años, se daba mucha más importancia a la cantidad de aceite por kilo de aceituna que a su contenido en polifenoles, lo que suponía retrasar el inicio de la recogida al menos hasta mediados o finales de diciembre en la zona del sur.
Actualmente, adelantan la cosecha casi un mes, iniciándose a mediados o finales de noviembre, consiguiendo así extraer un aceite de oliva virgen extra de calidad superior.
Más competitivo en precio y con un alto contenido en polifenoles, potenciado por nuestra situación montañosa a una altitud superior a los 1.200 metros, un clima extremo y un olivar tradicional de secano, con árboles centenarios separados entre sí unos 10 metros y sin ningún riego artificial.
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Para más inri, la recogida de la aceituna se hace mayormente de forma manual, con cuadrillas de aceituneros armados de lienzos, varas y pequeña maquinaria, ya que las fuertes pendientes en muchas parcelas, dificultan la entrada de tractores y maquinaria agrícola pesada.
Esto contrasta con otras zonas más bajas como la loma y la campiña, donde es muy habitual ver grandes vibradoras con paraguas o incluso cosechadoras que han sustituído el vareo tradicional.
De hecho, los olivos jóvenes se plantan cada vez más juntos para optimizar precisamente estas labores de recolección, pero esto también tiene su influencia en el proceso de lipogénesis comentado.
Es lo que se conoce como cultivo intensivo y superintensivo, muy habitual en zonas llanas de Andalucía como Córdoba y Sevilla, y más aún en el nuevo mundo (Australia, China EEUU, etc.).
Sin embargo, en Jaén, y en especial en las zonas de sierra como la nuestra, donde el olivar tradicional tiene un fuerte arraigo, es más habitual ver esas cuadrillas de aceituneros altivos, vareando o tirando de los lienzos.
Olivicultura heroica
Precisamente por esta dificultad tan especial a la hora de recoger las aceitunas en las zonas más altas de Jaén, vamos a acuñar el término “heroico” ya existente en el mundo del vino desde hace unos años, pero que hasta ahora no habíamos escuchado en el mundo del aceite de oliva.
Y es que como podemos ver en algunos de los olivares de Sierra Mágina, lo que hacen sus agricultores es pura olivicultura heroica.
Al igual que los agricultores y productores de vino de la inédita comarca gallega de la Ribera Sacra, nuestros olivicultores tienen que hacer filigranas para conseguir recoger su cosecha en el olivar más alto de Jaén.
Por un lado, deben hacer frente a las dificultades de una orografía muy montañosa, con fuertes pendientes y altitudes por encima de los 1.200 metros, donde hay que trabajar duramente con todo el cuerpo durante unas 7 horas al día.
Por otro, se enfrentan a las frías temperaturas que tocan, sobretodo al inicio de la jornada laboral que comienza a las 8 de la mañana, lo que hace de la recogida de la aceituna picual de alta montaña todo un reto.
Y aquí nos quedamos, esperamos haber explicado bien los tiempos de la aceituna.
Si ha sido así, ahora puedes entender porqué su recogida empieza mucho antes en unas zonas que en otras.
En lo que a nosotros respecta, empezamos la recogida de la aceituna a mediados o finales de noviembre, dependiendo de la climatología del año.
A partir de ahí, al cabo de unos pocos días el zumo obtenido se manda a analizar a diferentes laboratorios independientes que certifican su calidad, y normalmente a mediados de diciembre, el aceite de oliva virgen extra fresco está listo para su consumo.
En la vida, todo lo bueno precisa su tiempo 😉