La apertura en América
Dos “ingredientes” sociales fueron claves en el origen y devenir de la sidra El Gaitero y de la industria sidrera de Villaviciosa: la habilitación del puerto de Gijón en el siglo XVIII para el comercio marítimo –con lo que eso suponía de apertura hacia el nuevo continente americano- y la emigración de españoles a América en el siglo XIX en busca de prosperidad y futuro.
A todo ello se unieron también los deseos de progreso de una generación ilustrada asturiana que apostó en ese momento por los plantíos de manzanos (pomaradas) y por la industrialización de la zona como motor económico de Asturias. Y el resultado no pudo ser mejor: la tradición del consumo de sidra atravesó el Atlántico junto con aquellos indianos emigrantes.
El Gaitero se convierte en el siglo XIX en el cordón umbilical de los ‘indianos’, emigrantes asturianos que residían en América, con su Asturias natal, con sus costumbres y sus recuerdos. Recuerdo muchísimo el Gaitero en Argentina, y su publicidad, como Conocida en el Mundo entero. Quizás por eso, me apasione con la visita!!! Y ver las pomaradas, es un momento muy especial para poder conocer más sobre el exquisito sabor que lograrán tener.
Será en 1888 cuando los hermanos Alberto y Eladio del Valle, financiados por Bernardo de la Ballina y Ángel Fernández, adquieran la maquinaria necesaria para dar comienzo a la “champanización” de la sidra en el Concejo de Villaviciosa.
Un año después, el 24 de mayo de 1890, la empresa Valle, Ballina y Fernández se pone en marcha. Éste es el principio de una larga y fructífera historia: la de la sidra El Gaitero, que comienza con un éxito rotundo tanto en la Península y como en América.
Hoy en día, la sociedad Valle, Ballina y Fernández es una empresa centenaria pero moderna, que conserva el valor de la tradición y la producción artesana, y sigue avanzando en innovación y desarrollo gracias al uso de las tecnologías más punteras.
Sus instalaciones, declaradas Patrimonio Industrial, superan ya los 40.000 metros cuadrados y su producción alcanza los 27 millones de litros de sidra al año. La empresa apuesta por la creación de productos tradicionales pero innovadores, como son, entre otras, sus sidras de nueva expresión con Denominación de Origen.
Y tuvimos la buena suerte de llegar en un momento óptimo, y probar el delicioso turrón que realizan solo una vez por año, y es para sus proveedores, y amigos!! He de decir que me sorprendió muy agradablemente
En mi próximo post te contaré mucho más sobre Las Cuevas de Cabrales (si entras en el enlace conocerás por ti mism@ la Fundación Cabrales, y sobre los Paradores Nacionales por donde he pasado. Lugares excepcionales, de los que nadie debería dejar de conocer.
Por eso quisiera hacerlo de manera adecuada para que lo puedas disfrutar como lo he hecho yo.
Muchas gracias a la organización de Carmen Ordiz, de GdeGastronomía y a su equipo!!