“UNA COMPRA FRESCA, VARIADA Y GUSTOSA”
Cuando hablamos de la cesta, instintivamente nos trasladamos al supermercado, pues todos –unos más que otros- no vemos con la cestita en más de una ocasión, pues ir al súper es un hábito necesario, claro que, siempre hay quien por falta de tiempo o entusiasmo realiza la compra al modo contemporáneo “utilizando la cesta o carrito on line”. En mi caso, sigo siendo de las que prefiere hacer la ruta tradicional e introducir, en la cesta, alguna que otra cosa “rara”, novedosa, para curiosear y probar suerte.
Otra cosa, es la cesta de Recoletos, y ésta, sólo puede llenarse si uno se acerca al número 10 de la mencionada calle y pasa a descubrir a qué saben sus productos y que tal llevaderos son. Yo estuve por allí el pasado 19 de octubre y os contaré que tal fue la “compra”.
Como siempre, hago hincapié en la “compañía”, sin la cual, un almuerzo o una cena o lo que el momento ofrezca, no sería lo mismo. Esta vez, sin duda, me sentí afortunada, pues disfruté de una entrañable “charla”, interesante y simpática, junto a Gonzalo Sol, periodista especializado en gastronomía y director del programa Comer, Charlar y Beber (sábados de 13.00 a 14.00 hs en radio intereconomía) y nuestro amigo Jaime, quien nos brindó la posibilidad de conocer La Cesta.
Tras esta parodia de presentación, me centraré en La Cesta, un restaurante que abrió sus puertas hace casi un año, pues comenzó su aventura en noviembre de 2010. Así que, primero, darle la enhorabuena y bienvenida, pues es todo un propósito iniciar un nuevo proyecto en estos tiempos que corren. Dicho esto, vamos a ver que hay en La Cesta.
Fresca, divertida y juguetona se ve de primeras y, ello, es debido a los ingredientes aportados por Pascua Ortega, conocido interiorista español, a quien se debe el estilo y decorado del local, que permite la posibilidad de disfrutar de la “oferta” en función del tiempo que se disponga. Un primer espacio, la entrada, propuesto para tomar algo rápido o un aperitivo, así como para participar en su take away, pues también ofrecen comida para llevar. En la zona central, el restaurante propiamente dicho, para comer o cenar tranquilamente, sin prisas; y, finalmente, al fondo, unas barras altas con taburetes frente a la cocina vista, un ambiente idóneo para “tapear” o tomarse una copa.
El picoteo y la temporada, en cocina y en la mesa
La carta de la Cesta, al igual que su decoración, es versátil y abierta al gusto de los comensales que se dejen ver por allí. Desde la cocina, Adolfo Santos marca el ritmo, basándose en una cocina tradicional con diseños contemporáneos y algún toque de autor, siempre teniendo en cuenta los productos de temporada, con los que se estrenan platos en carta. Por otra parte, siguen el concepto del tapeo, en el sentido de que los platos están pensados para compartir, aunque, si lo que se desea es pedir platos individuales, puedes optar por las medias raciones.
Nosotros optamos por el picoteo, a modo de menú degustación, y consistió en:
Tapita de boquerones en vinagre con aceitunas aberquinas, aperitivo, y Tartar de Ternera Blanca, entrante. A continuación, crema de coliflor, vieras salteadas y croquetas de jamón.
Después llegaron los chipirones con cebolla confitada y mostaza, para concluir con un guiso de garbanzos con migas de bacalao. Todo aceptable, en línea de una cocina sencilla, destacando las croquetas, la crema de coliflor y el guiso.
El postre no podía faltar en la cesta, así que disfrutamos de una mousse de chocolate –mejor sin avellanas decorativas, tarta de queso –suave, cremosa y gustosa- y sorbete de fresa.
Los vinos que tomé con este menú fueron Casal Novo Godello (D.O Valdeorras) -2.80 la copa- y Domaine Rémi Jobard Bourgogne Blanc 2007, 100% Chardonnay (AOC Meursault). La carta de vinos es otro de los ases de La Cesta, pues muestra una selección de añadas bajo la elección del sumiller de Sant Celoni, David Robledo. Para los amantes del Gin tonic, cuentan con ginebras de 5 destilaciones, sin olvidar los maltas, para quienes prefieran tomar whisky.
Sin duda, La Cesta muestra su espíritu joven en todas sus facetas, siendo un honor que el equipo que llena de satisfacciones el día a día, cuente con el apoyo de Óscar Velasco, en cocina, Abel Valverde, en sala, y David Robledo en vinos, quienes dirigen el restaurante Sant Celoni, uno de los referentes de la capital que cuenta con 2 Estrellas Michelín. No me olvido de Antonio Lima, maestresala de La Cesta y todo un profesional, con un trato atento y agradable.
Os animo a intentar llena vuestra propia cesta con los productos de la calle Recoletos nº 10, cada uno según sus gustos, pero eso sí, espero que la disfrutéis con gusto y os quede un grato recuerdo.
La cesta: C/ Recoletos, 10. Tel. 91 140 06 96
Parking cercano: http://www.lacesta.eu/mapa.php
Nota realizada por Raquel Contador, de Carmen Piera Comunicación, y su blog Sinestesia Gastronomica
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[…] Sumiller: David Robledo del Restaurante Santceloni de […]