Restaurante Al-Mounia, alta cocina marroquí en el centro de Madrid
Hace pocos días, regrese al restaurante Al-Mounia, decano de referencia de los restaurantes marroquíes en Madrid, que lleva más de 50 años ofreciendo platos típicos magrebíes, en un escenario único.
Casi como si se tratara de las Mil y una Noches, el restaurante cuenta, entre sus atractivos, con una decoración de ornamento suntuoso que sumerge al comensal en el ambiente palaciego magrebí.
La carta esta llena de platos típicos, amplios de sabor y magníficamente preparados por cocineros marroquíes, donde especialidades como el tabule, el cous cous, los tajines, la pastela, la harira, las brochetas de carne o los delicados postres, manifiestan la traición y excelencia de la gran cocina de Marruecos.
Han transcurrido más de 50 años desde que, en 1966, el señor Sahri llegara de Casablanca para abrir en Madrid las puertas del Al-Mounia, el exuberante establecimiento marroquí que se convirtió en lugar de encuentro social y gastronómico del público más exclusivo y cosmopolita de la capital.
A lo largo de cinco décadas numerosos personajes de la política, la cultura y sociedad, tanto española como internacional, han disfrutado de su esplendor escénico –sólo comparable al del restaurante La Mamounia de Marrakech– y del magnífico repertorio de la auténtica cocina marroquí.
Cincuenta años después, el restaurante mantiene intacto el sabor que le ha convertido en el referente principal de la alta cocina magrebí en Madrid, lo que le ha llevado a obtener los más altos reconocimientos internacionales entre los que destaca el The Golden Cock Medal otorgado en los World Best Resaurants o la Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo.
Hoy, integrado plenamente en la actualidad gastronómica, Al-Mounia mira al futuro asentado sobre los tres grandes valores que componen una experiencia única para el cliente: la impresionante ornamentación magrebí de sus salones, un gran servicio de sala, liderado por una mujer, la maître marroquí Inaam, y la cocina más genuina de Marruecos, de cuidadísima elaboración, con platos que rememoran la mejor tradición gastronómica magrebí.
El restaurante Al-Mounia es el destino impar del sabor en Madrid al que avalan cincuenta años de existencia ininterrumpida, un lugar que refleja la tradición y la actualidad de la cultura mediterránea y atlántica de Marruecos.
BACKGROUND Y DATOS INTERESANTES.
LOS SALONES
Fastuosamente decorados por maestros marroquíes (tardaron más de tres años en realizarlos), destaca el ornamento de sus paredes y techos, con arcadas, azulejos y artesonados hechos a mano, al igual que los irregulares y preciosos mosaicos que visten sus paredes. Las mesas, de latón, redondas y bajas, completan una decoración que hace sentirse al comensal en un ambiente lleno del mágico encanto de la cocina palaciega marroquí.
LA JEFA DE SALA
El equipo de sala ofrece a los clientes un servicio impecable. Inaam, la maître que atiende a los comensales, llegó de Casablanca, es políglota y conoce a la perfección los secretos del servicio marroquí, pero también su cocina, lo que la convierte en oportuna consultora de platos y especialidades puntuales.
LA COCINA
En la carta de Al-Mounia se encuentra la tradición gastronómica de Marruecos, con platos a los que la clientela occidental está habituada, como el cous cous, el humus o la ensalada Tabulé.
Pero Al-Mounia es mucho más y propone también platos menos asiduos de los manteles españoles como la Pastella farci –un delicioso hojaldre con pollo y almendras–, la paletilla de cordero lechal al horno, los tajinesde distintas carnes (también se proponen los de pescado selecto del día) o la sopa Harira (*).
Todo ello elaborado bajo los cánones de la cocina tradicional marroquí gracias a la experiencia de los cocineros y en especial de Mustafá, el decano de todos ellos.
También son sugestivas y sabrosas las brochetas, que se efectúan a la brasa, y pueden ser de Kabab (cordero), Kefta (ternera molida aliñada) o auténtico pollo de corral, donde los aromas de la madera manifiestan curiosas sutilezas sápidas. Igualmente sabrosos son los múltiples aperitivos servidos al inicio o los singulares aliños artesanales de las aceitunas.
Finalmente, los postres en Al-Mounia contienen toda la tradición marroquí, destacando pasteles como el mamoul de dátil, la chebakia de chocolate, el pestiño o el cuerno de gacela, la masa almendrada que originó nuestro mazapán.