Las ‘mentes brillantes’ decretan el fracaso del modelo educativo español y piden “escuchar al cliente, el niño”
La presidenta de la institución educativa SEK y vicepresidenta de la Universidad Camilo José Cela, Nieves Segovia, ha asegurado que en el sistema actual “sólo suspende el alumno porque es al que evaluamos”. “No evaluamos al profesor ni al sistema. Es un modelo acabado”, ha dicho ante la atenta mirada del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Jose Ignacio Wert, que la ha felicitado tras su intervención.
Para Segovia el camino está claro, hay que “dejar de preparar a los alumnos para la certeza y hacerlo para la incertidumbre”, “pensar en un mundo interconectado”, implementar en la educación el “pensamiento crítico” pero también “habilidades superiores del pensamiento”, como ser interactivo, co-creativo y libre.
Además, ha recordado que la educación puede ser el único sector de consumo donde no se le ha preguntado a sus consumidores qué quieren. “Son los consumidores del servicio más estandarizado del mundo y jamás nos hemos asomado a los consumidores. Y creemos, asumimos, que no quieren aprender y eso es mentira”, ha incidido.
Así, se ha mostrado partidaria de dejar que los alumnos sean más “libres” puedan llevar y usar sus móviles, ordenadores y tabletas en clase, porque más que seguramente lo usarán para ampliar su conocimiento en una clase que verdaderamente les inspire y les motive.
Segovia ha sido crítica con la labor de los profesores pero también ha acabado su intervención con un alegato en su defensa, pidiendo “dignificar al profesorado” criticando que se pida un 8 para algunas carreras y un 5 para ser profesor: La sociedad que hace eso “es una sociedad enferma”, ha asegurado.
El especialista en creatividad y catalizador creativo en jefe de Cohn & Wolfe, Jeremy Baka, ha lanzado un discurso absolutamente motivador. Sin casi parar de moverse por el círculo dibujado en el Price para los ponentes, ha dejado varios datos para poner en valor la relevancia de la creatividad.
Entre ellos, que a los 40 años ya sólo usamos el 2 por ciento de nuestra creatividad potencial. Ha explicado que en su trabajo formando consejeros delegados de grandes empresas, éstos le han explicado que la principal característica que debe tener un directivo es “la creatividad, por encima de la integridad o la visión global”.
LA MAGIA Y LOS CUENTOS, A LA ESCUELA
Citó a Albert Einstein: “si quieres que tu hijo aprenda, cuéntale un cuento de hadas; si quieres que aprenda más, cuéntale dos cuentos de hadas”. “¡Pongamos de nuevo la magia en las escuelas!”, ha clamado ante el auditorio. Y es que los adultos pensamos de entre 3 a 6 posibilidades a cada problema, mientras los niños son capaces de plantearse 600: “volvamos a pensar como niños”, ha defendido.
Puso en valor a grandes compañías, innovadoras como Google, que han cambiado radicalmente el entorno de trabajo, haciéndolo similar a un aula de guardería, con juegos y cosas divertidas que hacer. “¿A quién se le ocurrió diseñar las clases como son ahora?, ha explicado enseñando una foto de una clase cualquiera de un centro de secundaria o universitario.
Continuando con el ejemplo Google, ha comentado “la norma del 20 por ciento”, que consiste en que el 20 por ciento del tiempo que tienen sus trabajadores en las oficinas son para que trabajen en sus propios proyectos, no los de Google. “Y de ese 20 por ciento del tiempo han salido entre el 30 y el 40 por ciento de los nuevos proyectos de Google. ¿Por qué no hacer lo mismo en la escuela? Ya lo hacen en alguna escuela americana. Están valorando su resultado, pero les voy a decir lo que es, ¡es divertido!”.
LOS JÓVENES “SABEN QUÉ NECESITAN APRENDEN”
A continuación saltó al ‘ruedo’ el director de Innovación de la ciudad de Barcelona, Ricard Huguet, que ha confirmado la conclusión general: “Nuestro sistema no ha funcionado”. “Los jóvenes tiene una capacidad innata para saber lo que necesitan aprender”, ha defendido, profundizando en la idea de preguntar, de conocer qué opinan y qué quieren los alumnos.
Pidió “invertir más y mejor en educación”, crear “entornos de aprendizaje estimulantes”, que los chicos y chicas “jueguen con las manos”, se lancen a la “creatividad”, o potenciar “la cultura de un profesor mentor, que guíe”.
Apostó por usar “nuevas metodologías” y “aprendizajes prácticos”, “reforzar las habilidades positivas” y “prestigiar al profesorado, que cada vez nos los cargamos más”.
EL 80% DEL APRENDIZAJE, EN CASA
Pero a los padres les ha recordado que el 80 por ciento del proceso “ocurre en casa”, por lo que les ha reclamado para que jueguen con ellos, porque en ese proceso va la enseñanza de muchos valores, que les enseñen que los “errores son buenos”, que “no les alejemos del fracaso”, que “no les sobreprotejamos ni nos anticipemos a sus frustraciones”.
“Lo único que necesitan y no les damos es nuestro tiempo. Que es lo más preciado y lo que más necesitan. Creamos en nuestros jóvenes porque es la única alternativa que tenemos. Serán ellos los profesionales del futuro. Y si quieren que les diga algo para cómo cambiar el mundo: Agachense, y escuchen a sus hijos”, ha concluido.
PENSAR COMO UN CIENTÍFICO Y NO COMO UN ABOGADO
El químico y divulgador científico, Pere Estupinyà, ha apostado por enseñar el proceso científico en las escuelas. Enseñar a pensar como un científico, “primero buscar las ideas y luego la conclusión”, y no como un abogado, primero la conclusión o tener las ideas y luego buscar lo que lo valida.
“Todos pensamos como abogados, tenemos nuestras ideas y luego buscamos los argumentos para defenderlos. Piensa como un científico, no como un abogado. A los científicos les gusta la duda porque pueden suponer algo nuevo”, ha defendido.
Por otra parte, también fue crítico con la labor científica en España, donde dijo que se ha descuidado la aplicación de los descubrimientos. “Que la labor del científico no termine en publicar, sino en la aplicación”, ha concluido.