El “no va más” en terapias de belleza.
En un intento por lograr ser más competitivo, abrir nuevas líneas de negocio y trabajar en el aprovechamiento industrial de aceites de calidad, algunos de los productores asociados a la Denominación de Origen Campiñas de Jaén han optado por abrirse al mercado de la olivaterapia, al considerarla la nueva tendencia de belleza del siglo XXI. Es el caso de Unioliva, que está realizando una fuerte apuesta por investigar en nuevas fórmulas que revolucionen el mercado.
La elaboración de productos cosméticos y dermatológicos a partir del aceite de oliva está experimentando un importante crecimiento en los últimos años, motivado por ser un mercado en pleno proceso de expansión y con un amplio margen de crecimiento.
Esta iniciativa responde a un gran crecimiento en la demanda, donde los consumidores buscan productos cosméticos elaborados con componentes totalmente naturales, requisito que el aceite de oliva cumple a la perfección, ya que entre sus principales propiedades se encuentra su alto poder hidratante y nutritivo.
Sus múltiples beneficios antioxidantes se encuentran presentes desde los últimos años en las principales firmas de cosmética en forma de de jabones, lociones, cremas, extractos para el cabello, mascarillas hidratantes, exfoliantes, etc.
No en vano, ya en la antigüedad el aceite de oliva fue utilizado por los egipcios, griegos, romanos y árabes para preparar comidas, perfumes y humectantes, así como para proteger la piel de los atletas, de los reyes y de los recién nacidos, si bien su uso en nuestros días tiene un mayor alcance.
El aceite de oliva, no sólo es bueno para acompañar a nuestros platos, sino que es un producto que se utiliza con mucho éxito en la cosmética y en la salud, al tiempo que constituye una poderosa industria a nivel mundial.
Está demostrado científicamente que el aceite de oliva virgen extra proporciona a nuestro organismo propiedades nutricionales beneficiosas gracias a su alto contenido en ácido oleico, vitamina E, antioxidantes, polifenoles, escualeno y otros componentes minoritarios. Una serie de propiedades que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran el metabolismo de la glucosa y por tanto de la diabetes,protegen la memoria, disminuyen la presión arterial y la incidencia en determinados cánceres, aumentan el colesterol bueno y reducen el malo. Su alto contenido en polifenoles hace que tenga un elevado poder antioxidante y protector frente a los radicales libres lo que le confiere un alto poder antienvejecimiento.
Esta cantidad de propiedades nutricionales, unido a su espléndido sabor, han hecho que el consumo de aceite de oliva virgen extra se incremente en los últimos años y aunque el uso del aceite de oliva con fines terapéuticos es realmente antiguo, hoy día se ofrece en centros de estética y spas como el “no va más” en terapias modernas.
El aceite de oliva se utiliza con fines cosméticos en infinidad de mascarillas capilares, en cremas hidratantes, exfoliantes… Se puede decir por tanto que se trata de una fuente natural de beneficios que tiene innumerables propiedades cosméticas, entre las que destacan su capacidad para restaurar los niveles de humedad de la piel, su capacidad para reconstruir las membranas celulares de la piel, su uso como emoliente corporal en la realización de masajes corporales, su capacidad tonificante de la epidermis, su elevado poder protector de la piel contra agentes ambientales externos.
También es usado como humectante para mantener la piel elástica, hidratada y lisa o como tónico para el cabello, para mantenerlo brillante y humectado. Además, el ácido fólico presente ayuda a fortalecer los folículos capilares evitando la caída del cabello.
El uso del aceite de oliva en los masajes produce grandes beneficios: unido al relax del masaje, las propiedades antioxidantes del aceite cuidan la piel, previniendo el envejecimiento cutáneo y colaborando con sus componentes en la síntesis del colágeno.
Se utiliza también el aceite como componente para la elaboración de mascarillas faciales con aguacate, salvado de avena y otras sustancias naturales. Otras formulaciones cosméticas comercializadas son: bálsamos labiales, champús, lociones de manos, jabones, aceites para masaje, reblandecedores de cutículas, etc. La vitamina E como potente antioxidante retrasa la aparición de arrugas y fortalece y repara las uñas frágiles o estriadas, suavizando las cutículas.
Las grasas y aceites, por la adición de sosa cáustica, producen una saponificación que da lugar a jabones. El aceite de oliva se puede modificar, espesándolo, para su aplicación en pieles secas y psoriasis. Se podría elaborar una emulsión de agua y aceite tipo “mayonesa”. También se emplean ceras como la cera de abejas para formar linimentos o ungüentos. Otros productos utilizados en tecnología para espesar sustancias grasas son: agar, metilcelulosa, goma xántica, glicerina, etc. Los lipogeles resultarían también idóneos para esta aplicación, así como para servir de vehículo de fármacos para administración tópica o activos cosméticos: vitamina E, filtros solares, etc.
Por su compatibilidad con los lípidos fisiológicos el aceite de oliva presenta la capacidad de restablecer el equilibrio lipídico del estrato córneo consiguiendo una función protectora de la dermis.
Además de una función protectora estos preparados cosméticos presentan la acción correspondiente al activo incluido en el preparado: antienvejecimiento y antiactínico, respectivamente en los anteriores ejemplos. Se está investigando el posible efecto protector del aceite de oliva contra la fotocarcinogénesis cuando se aplica en la piel después de la exposición a la radiación UVB. Son, por tanto, muy numerosas en la actualidad las líneas de investigación en terapéutica y cosmética sobre el aceite de oliva y sus preparaciones.
ESCUALENOS Y POLIFENOLES: LA CLAVE PARA LA ETERNA JUVENTUD
El principal componente del aceite, el ácido oleico, es un constituyente de las membranas celulares y de la piel. Protege la piel frente a factores ambientales externos, la hidrata y mantiene su estructura permitiendo una mejor regeneración y mayor firmeza. Además del ácido oléico existen otros componentes desde el punto de vista de la cosmética y dermatología con importantes propiedades como son el escualeno y los polifenoles.
El aceite de oliva es fuente natural de escualeno, sustancia emoliente que se usa en diferentes productos cosméticos, como cremas, lociones y esmaltes. Al ser un antioxidante, protege la piel de los radicales libres, especialmente de los que se producen por la exposición a los rayos ultravioleta del sol, por ello la aplicación de aceite de oliva en la piel tras la exposición al sol la protege de su deterioro e incluso el cáncer, ayudado por su contenido en vitamina E, selenio y omega-3.
Su alto contenido en polifenoles hace que tenga un elevado poder antioxidante y protector frente a los radicales libres, lo que le confiere un alto poder antienvejecimiento.
Por todos estos motivos, la Denominación de Origen Campiñas de Jaén anima a los consumidores a aprovechar todas las ventajas del consumo de aceite de oliva virgen extra: un auténtico lujo al alcance de todos.
brir nuevas líneas de negocio y trabajar en el aprovechamiento industrial de aceites de calidad, algunos de los productores asociados a la Denominación de Origen Campiñas de Jaén han optado por abrirse al mercado de la olivaterapia, al considerarla la nueva tendencia de belleza del siglo XXI. Es el caso de Unioliva, que está realizando una fuerte apuesta por investigar en nuevas fórmulas que revolucionen el mercado.
Por todos estos motivos, la Denominación de Origen Campiñas de Jaén anima a los consumidores a aprovechar todas las ventajas del consumo de aceite de oliva virgen extra: un auténtico lujo al alcance de todos.
brir nuevas líneas de negocio y trabajar en el aprovechamiento industrial de aceites de calidad, algunos de los productores asociados a la Denominación de Origen Campiñas de Jaén han optado por abrirse al mercado de la olivaterapia, al considerarla la nueva tendencia de belleza del siglo XXI. Es el caso de Unioliva, que está realizando una fuerte apuesta por investigar en nuevas fórmulas que revolucionen el mercado.
La elaboración de productos cosméticos y dermatológicos a partir del aceite de oliva está experimentando un importante crecimiento en los últimos años, motivado por ser un mercado en pleno proceso de expansión y con un amplio margen de crecimiento.
Esta iniciativa responde a un gran crecimiento en la demanda, donde los consumidores buscan productos cosméticos elaborados con componentes totalmente naturales, requisito que el aceite de oliva cumple a la perfección, ya que entre sus principales propiedades se encuentra su alto poder hidratante y nutritivo.
Sus múltiples beneficios antioxidantes se encuentran presentes desde los últimos años en las principales firmas de cosmética en forma de de jabones, lociones, cremas, extractos para el cabello, mascarillas hidratantes, exfoliantes, etc.
No en vano, ya en la antigüedad el aceite de oliva fue utilizado por los egipcios, griegos, romanos y árabes para preparar comidas, perfumes y humectantes, así como para proteger la piel de los atletas, de los reyes y de los recién nacidos, si bien su uso en nuestros días tiene un mayor alcance.
El aceite de oliva, no sólo es bueno para acompañar a nuestros platos, sino que es un producto que se utiliza con mucho éxito en la cosmética y en la salud, al tiempo que constituye una poderosa industria a nivel mundial.
Está demostrado científicamente que el aceite de oliva virgen extra proporciona a nuestro organismo propiedades nutricionales beneficiosas gracias a su alto contenido en ácido oleico, vitamina E, antioxidantes, polifenoles, escualeno y otros componentes minoritarios. Una serie de propiedades que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran el metabolismo de la glucosa y por tanto de la diabetes, protegen la memoria, disminuyen la presión arterial y la incidencia en determinados cánceres, aumentan el colesterol bueno y reducen el malo. Su alto contenido en polifenoles hace que tenga un elevado poder antioxidante y protector frente a los radicales libres lo que le confiere un alto poder antienvejecimiento.
Esta cantidad de propiedades nutricionales, unido a su espléndido sabor, han hecho que el consumo de aceite de oliva virgen extra se incremente en los últimos años y aunque el uso del aceite de oliva con fines terapéuticos es realmente antiguo, hoy día se ofrece en centros de estética y spas como el “no va más” en terapias modernas.
El aceite de oliva se utiliza con fines cosméticos en infinidad de mascarillas capilares, en cremas hidratantes, exfoliantes…
Se puede decir por tanto que se trata de una fuente natural de beneficios que tiene innumerables propiedades cosméticas, entre las que destacan su capacidad para restaurar los niveles de humedad de la piel, su capacidad para reconstruir las membranas celulares de la piel, su uso como emoliente corporal en la realización de masajes corporales, su capacidad tonificante de la epidermis, su elevado poder protector de la piel contra agentes ambientales externos.
También es usado como humectante para mantener la piel elástica, hidratada y lisa o como tónico para el cabello, para mantenerlo brillante y humectado. Además, el ácido fólico presente ayuda a fortalecer los folículos capilares evitando la caída del cabello.
El uso del aceite de oliva en los masajes produce grandes beneficios: unido al relax del masaje, las propiedades antioxidantes del aceite cuidan la piel, previniendo el envejecimiento cutáneo y colaborando con sus componentes en la síntesis del colágeno.
La acción emoliente del aceite de oliva es perfecta para la realización de masajes terapéuticos, actuando en casos de reumatismo, tendinitis y torceduras.
Se utiliza también el aceite como componente para la elaboración de mascarillas faciales con aguacate, salvado de avena y otras sustancias naturales. Otras formulaciones cosméticas comercializadas son: bálsamos labiales, champús, lociones de manos, jabones, aceites para masaje, reblandecedores de cutículas, etc. La vitamina E como potente antioxidante retrasa la aparición de arrugas y fortalece y repara las uñas frágiles o estriadas, suavizando las cutículas.
Las grasas y aceites, por la adición de sosa cáustica, producen una saponificación que da lugar a jabones. El aceite de oliva se puede modificar, espesándolo, para su aplicación en pieles secas y psoriasis. Se podría elaborar una emulsión de agua y aceite tipo “mayonesa”. También se emplean ceras como la cera de abejas para formar linimentos o ungüentos. Otros productos utilizados en tecnología para espesar sustancias grasas son: agar, metilcelulosa, goma xántica, glicerina, etc. Los lipogeles resultarían también idóneos para esta aplicación, así como para servir de vehículo de fármacos para administración tópica o activos cosméticos: vitamina E, filtros solares, etc.
Por su compatibilidad con los lípidos fisiológicos el aceite de oliva presenta la capacidad de restablecer el equilibrio lipídico del estrato córneo consiguiendo una función protectora de la dermis.
Además de una función protectora estos preparados cosméticos presentan la acción correspondiente al activo incluido en el preparado: antienvejecimiento y antiactínico, respectivamente en los anteriores ejemplos. Se está investigando el posible efecto protector del aceite de oliva contra la fotocarcinogénesis cuando se aplica en la piel después de la exposición a la radiación UVB. Son, por tanto, muy numerosas en la actualidad las líneas de investigación en terapéutica y cosmética sobre el aceite de oliva y sus preparaciones.